Antonín no sabe el nombre de Gustavo. Lo único que sabe es que es profesor, “como uno que viene que enseña materias en la UBA”. Tiene un oficio que Antonín no podría pronunciar. Es archetier.
Con su ex-esposa tiene un hijo de 22. La mitad de la semana la pasa en Flores, su barrio de toda la vida y la otra en Belgrano, en la casa de su novia. “Eso de la convivencia” no lo quiere repetir.
Un archetier fabrica y restaura instrumentos de cuerda
Volver a la entrada principal
No hay comentarios:
Publicar un comentario